martes, 4 de junio de 2013

Arquitectura del siglo XX


Al final del siglo XIX, la incorporación de nuevos materiales y el desarrollo de nuevas técnicas, revolucionaron los modos tradicionales de construir.

 
Los cambios motivados por la revolución industrial se perfilan en Inglaterra, a partir de mediados del siglo XVIII, y van produciéndose, con retrasos mas o menos acusados, en los otros estados europeos: aumento de la población, incremento de la producción industrial y mecanización de los sistemas de producción. Los incrementos demográfico e industrial se influyen mutuamente de modo complejo. Los males derivan, ante todo, de la falta de coordinación entre el progreso científico-tecnico, dentro de cada sector, y la organización general de la sociedad; en particular de la ausencia de dispositivos administrativos capaces de controlar las consecuencias de los cambios económicos.

 
Progresos técnicos: Existe gran cantidad de información sobre las construcciones de gran envergadura, pero sin embargo, escasean datos suficientes para enjuiciar los cambios de la técnica constructiva en las edificaciones corrientes y viviendas que la revolución industrial va amontonando en torno a las ciudades.

 
Corrientemente se tiene la idea de que los métodos constructivos han permanecido invariables (en la historia urbanística de Lavedan: “podemos encontrar un numero considerable de progresos técnicos en el origen de las transformaciones industriales, pero ni uno, por asi decir, tiene que ver con las viviendas: en el siglo XIX, se construye como en el Medievo”) e incluso se tiene la idea, partiendo de las denuncias realizadas por lo higienistas y por los reformadores sociales del siglo XIX, de que la calidad de las viviendas ha empeorado como consecuencia de la prisa de las exigencias de la especulación. Probablemente, ambos tópicos sean ciertos.

 
El Movimiento Moderno en la historia de la arquitectura comprende un período situado entre las dos guerras mundiales, y su objetivo es la renovación del carácter, diseño y principios de la arquitectura, el urbanismo y el diseño. Los protagonistas fueron arquitectos que reflejaron en sus proyectos los nuevos criterios de funcionalidad y conceptos estéticos.

 
Un impulso decisivo para el movimiento estuvo a cargo del CIAM, promovido por Le Corbusier, y las conferencias internacionales, donde se desarrollaron muchas de las teorías y principios que luego se aplicaron en varias disciplinas. A estas pertenecen el movimiento De Stijl, la Bauhaus, el constructivismo y el racionalismo italiano. En 1936 se acuñó el término Estilo internacional en los EE.UU. y a menudo se llama así a todo el movimiento.

 
Aunque los orígenes de este movimiento pueden buscarse a finales del siglo XIX, con figuras como Peter Behrens. Sus mejores ejemplos se construyen a partir de la década de 1920, diseñados por arquitectos como Walter Gropius, Mies van der Rohe y Le Corbusier.

 
La llegada de Hitler  en 1933 y el cierre de la Bauhaus provocó la salida del país de numerosos arquitectos y creadores que habrían de difundir los principios de este movimiento a otros países.

En Estados Unidos comenzó a generalizarse la denominación International Style tras la exposición de Arquitectura Moderna celebrada en 1932 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con motivo de la cual Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson escribieron el libro International Style: Architecture since 1922.

Supuso una ruptura con la arquitectura anterior, creando un nuevo lenguaje arquitectónico, siendo la Bauhaus la impulsora de este movimiento. Propone indicaciones en cuanto al método a seguir, siendo una nueva forma de hacer arquitectura.

 
El Racionalismo arquitectónico surge tras la Primera Guerra Mundial como respuesta a la necesidad social y a los cambios políticos que acaecían en Europa. Promueve una estandarización de la vivienda con el objetivo de lograr un mayor bienestar social. También sus inicios se encuentran en la Bauhaus.

 
El Estilo Internacional está asociado a las formas arquitectónicas, con supuestos principios modernos y universales, pero desvinculado de contenido social. Surge en un mundo que se universalizaba, donde la arquitectura no poseía características de ningún lugar y, por tanto, era transferible a cualquier zona del mundo Arquitectura moderna es un término muy amplio que designa el conjunto de corrientes de arquitectura que se han desarrollado a lo largo del siglo XX en todo el mundo.

 
Esta verdadera revolución en el campo de la arquitectura y el mundo del arte, tuvo su germen en la Escuela de la Bauhaus  y su principal desarrollo en el  Movimiento Moderno vinculado al Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (1928-1959), no sin diferencias, marcadas por las dos principales tendencias: el funcionalismo racionalista y el organicista (racionalismo arquitectónico y organicismo arquitectónico)

 
Ese concepto de arquitectura moderna o arquitectura contemporánea entendida como algo  estilistico y no cronologico, se caracterizó por la simplificación de las formas , la ausencia de ornamento  y la renuncia consciente a la composicion academica clasica , que fue sustituida por una estetica con referencias a la distintas tendencias del denominado arte moderno (cubismo, expresionismo, neoplasticismo, futurismo, etc.)

 
Pero fue, sobre todo, el uso de los nuevos materiales como el acero y el concreto armado , así como la aplicación de las tecnologias  asociadas, el hecho determinante que cambió para siempre la manera de proyectar y construir los edificios o los espacios para la vida y la actividad humana.

 
En la segunda mitad del siglo XX se fueron produciendo tanto nuevos desarrollos del movimiento moderno en sus múltiples posibilidades, como alternativas críticas. En las últimas décadas del siglo se produjo un radical cuestionamiento del concepto mismo de la modernidad  a través de su deconstruccion, y que en arquitectura fue interpretado a través de los movimientos denominados deconstructivismo y arquitectura postmoderna, que no son ni mucho menos las únicas posibilidades expresivas de un periodo, que llega hasta el siglo XXI, caracterizado por la abundancia y variedad de obras, estilos y creadores.

 

Precedentes: la arquitectura del siglo XIX

Propíleos de la Konigsplatz de Munich. Leo von Klenze, 1862. Arquitectura historicista neoclásica. La impresionante plaza, que también acoge la Gliptoteca de Munich, fue diseñada por Karl von Fischer como espacio público y de presencia política de la monarquia barvara; y su capacidad escénica fue aprovechada en los años treinta y cuarenta del siglo XX por el nazismo.

 
Home Insurance Building, Wiliam Le Baron Jenney, Chicago, 1885. La reconstrucción de la ciudad tras el incendio de 1871 permitió diseñar con libertad edificios como éste: de 42 metros de altura gracias al uso estructural del acero, es el precedente de los rascacielos, aunque tan sólo contaba con diez pisos. El incremento de las dimensiones de los edificios de oficinas o viviendas hubiera sido del todo inútil sin las innovaciones simultáneas de la era de la electricidad que posibilitaron los rápidos desplazamientos de masas que caracterizan la vida urbana contemporánea.

 

Arquitecturas pioneras del primer cuarto del siglo XX

La indiscutible centralidad de Paris como centro mundial del arte durante la llamada belle époque, se ve emulada en el cambio de siglo con el surgimiento de activos núcleos por toda Europa (Viena, Bruselas, Barcelona, Milán, Riga, etc.) que son particularmente productivos en arquitectura.


 

La Primera Guerra Mundial: neoplasticismo y expresionismo


El año 1917, mientras la Primera Guerra Mundial está en su apogeo y se desencadena la Revolucion rusa, en la neutral Holanda aparece el neoplasticismo de De Stijl , grupo de artistas que incluía, junto a pintores, diseñadores y ceramistas, a los arquitectos Jacobus Johannes Pieter Oud y Theo van Doesburg.

La arquitectura expresionista, que puede rastrearse desde la primera década del siglo, se desarrolló en la Europa Central hasta los años treinta, con la holandesa Escuela de Amsterdam (Michel de Klerk, Johann Melchior) y un buen número de grupos alemanes (Deutscer Werkbund -Múnich, 1907, o Der Ring -Berlín, 1923-) que contaron con arquitectos como Bruno Taut y Erich Mendelson. El movimiento Neues Bauen, vertiente arquitectónica de la nueva objetividad significó una reacción de los propios miembros del movimiento expresionista hacia un enfoque más racional y práctico.

 
Periodo de entreguerras, totalitarismos e impacto de las vanguardias: "Art decó"

El periodo de entreguerras (1918-1939) es el de los locos años veinte y la depresion de los años treinta, que presencia el surgimiento de los totalitarismos facista y sovietico como alternativas al liberalismo de las democracias capitalistas, tildadas de decadentes.

 Los programas arquitectónicos de la Italia facista, de la Alemania Nazi y de la Union Sovietica, como sus propuestas estéticas, van de un inicial vanguardismo (constructivismo ruso) a una repetición de modelos historicistas de ocupación de los espacios públicos compatible con un estilo de fácil consumo popular que simultáneamente se impone para las artes plásticas (realismo socialista, realismo heroico), aunque en fechas tan tardías como 1938 la arquitectura italiana desarrolló programas tan vanguardistas como la EUR (exposición universal que no llegó a celebrarse, prevista para 1942, y que planificaron arquitectónicamente Marcelo Piacentini y Giuseppe Pagano, coordinando criterios estéticos opuestos).

No obstante, fue en la democracia socialmente avanzada de la Alemania de Weimar previa al ascenso del nazismo donde se produjeron los acontecimientos más importantes para el surgimiento de una arquitectura moderna en el sentido de estética y funcionalmente renovadora: los trabajos de la escuela de la Bauhaus (Walter Gropius, 1919-1933). La Francia republicana vio surgir el taller de Le Corbusier, de influencia comparable.

 
No sería posible identificar sin más al funcionalismo racionalista con la arquitectura moderna, en el sentido de única posible alternativa de innovación; porque, además de no monopolizar la creación arquitectónica, tampoco sus partidarios se limitaron creativamente. Las alternativas desarrolladas incluyeron destacadamente la arquitectura organica de autores como Frank Lloyd Wright(uno de los líderes del movimiento moderno que se movía dentro de los parámetros del funcionalismo), así como versiones más neoclásicas o monumentalistas, como la del neoempirismo nórdico (los suecos Erik Gunnar Asplund, Sune Lindstrom y Sven Markelius.

 

Características rupturistas de la "Arquitectura Moderna" hacia 1929

Las características de la Arquitectura Moderna fueron descritas por el arquitecto Bruno Taut en su libro «Die neue Baukunst in Europa und Amerika» («La nueva arquitectura de Europa y América»), Stutgart, 1929 , con los siguientes enunciados:

La primera exigencia de cada edificio es alcanzar la mejor utilidad posible.

Los materiales y el sistema constructivo empleados deben estar completamente subordinados a esta exigencia primaria.

La bellezaconsiste en la relación directa entre edificio y finalidad, en el uso racional de los materiales y en la elegancia del sistema constructivo.

La estética de la nueva arquitectura no reconoce ninguna diferencia entre fachada y planta , entre calle o patio,  entre delante o detrás. Ningún detalle vale por sí mismo, sino como parte necesaria del conjunto. No creemos que algo tenga un aspecto feo y, a pesar de todo, funcione bien. Lo que funciona bien, es bello.

De la misma forma que las partes, en sus relaciones recíprocas expresan la unidad del edificio, también la casa se relaciona con los edificios que la rodean. La casa es el producto de una disposición colectiva y social. La repeticion  no debe considerarse como un inconveniente que hay que evitar, sino que, al contrario, constituye el medio más importante de expresion artistica . A exigencias uniformes, edificios uniformes. La singularidad queda reservada para las exigencias singulares; es decir, sobre todo para los edificios de importancia general y social.

 

Precedentes de la Arquitectura Moderna

La Arquitectura Moderna es un concepto propio de la critica y de la historiografiaque tiene un significado histórico y conceptual más amplio que los periodos de la arquitectura racionalista o de la arquitectura organica, ya que comprende todas las corrientes, movimientos y tendencias que desde mediados del siglo XIX tienden a la renovación de las características, de los propósitos y de los principios de la arquitectura.

La Arquitectura Moderna surge a partir de los cambios técnicos, sociales y culturales vinculados a la revolucion industrial.  Los teóricos del Movimiento Moderno buscan las raíces históricas de la Arquitectura Moderna en un amplio preludio, una etapa a caballo de los siglos XVIII y XIX en la cual diferentes sectores culturales o de la actividad economica y de la vida politica y social empiezan a vislumbrar y a definir las consecuencias constructivas y urbanisticas de la revolución industrial. En el transcurso del siglo XIX, una serie de innovaciones y propuestas en diversos campos relacionados, entre otros con la construcción, la administración pública y la industria confluyen en la exigencia de su mutua integración.

 

Inglaterra: Arts and Crafts

Parte importante de las bases de la Arquitectura Moderna nacen en el último tercio del siglo XIX en Inglaterra, cuando Wiliam Morris, Inglaterra, influenciado por John Ruskin, impulsa el movimiento  artes y oficios como reacción contra el mal gusto imperante en los objetos producidos en masa por la industria, propugnando un retorno a las artes artesanales, también llamadas menores, y al medievalismo gotico en la arquitectura.

En paralelo, las teorías higienistas junto a los movimientos del socialismo utopico sientan las bases del urbanismo moderno.

 Con el cambio de siglo, un nuevo estilo en la arquitectura y el diseño, contrapuesto al academicismo imperante aunque nunca llegó a imponerse a él, se difundió por Europa, recibiendo diferentes denominaciones: Art Nouveau en Francia y Bélgica, Jugendstil en Alemania, Sezession en Austria, Estilo Liberty o Floreale en Italia, Modernismo en España, etc.

El Art Nouveau rompe los esquemas académicos e impone el uso del hierro en la arquitectura. Hasta entonces, el hierro era un material asociado a las construcciones de los ingenieros que triunfaron en la Exposicion Universal de Paris de 1889 con la Torre Eifel y la Galería de las Máquinas. El Art Nouveau curva y entrelaza el hierro, en delgadas cintas, que forman toda clase de formas y figuraciones y lo pone en los salones de las casas y en las fachadas de los edificios como la Maison du Peuple de Bruselas (Victor Horta)

En España destacó el desarrollo de un activo núcleo en Barcelona (modernismo catalan, noucentisme), del que surgió la figura de Antoni Gaudi, que evolucionó hacia unas propuestas personales de difícil clasificación; y un proyecto urbanístico muy ambicioso en Madrid: la Ciudad lineal de Arturo Soria.

La historia de la arquitectura moderna registra la transición de algunos arquitectos representativos del Art Nouveau (Henry va de Velde) o de la Seccession vienesa (Josef Hoffmann) hacia posiciones próximas a las del arquitecto austriaco Adolf Loos,  en lo que puede considerarse el inicio de una nueva etapa más rupturistamente moderna.

 

Canonización del Movimiento Moderno

Movimiento moderno, en arquitectura, es el conjunto de tendencias surgidas en las primeras décadas del siglo XX, marcando una ruptura con la tradicional configuración de espacios, formas compositivas y estéticas. Sus ideas superaron el ámbito arquitectónico influyendo en el mundo del arte y del diseño.

El movimiento moderno aprovechó las posibilidades de los nuevos materiales industriales como el hormigon armado, el acero laminado y el vidrio plano en grandes dimensiones.

Se caracterizó por plantas y secciones ortogonales, generalmente asimétricas, ausencia de decoración en las fachadas y grandes ventanales horizontales conformados por perfiles de acero.

 
1932: El "Estilo Internacional"

La denominación International Style comenzó a generalizarse en Estados Unidos tras la exposición de arquitectura moderna celebrada en 1932 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con motivo de la cual Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson escribieron el libro International Style: Architecture since 1922.

Pese a que tras la Segunda Guerra Mundial hubo aún importantes construcciones dentro de este estilo, las últimas décadas del siglo XX han estado dominadas por otros movimientos críticos, herederos en cualquier caso del movimiento moderno.

 
Mediados del siglo XX: Reconstrucción de Europa

El Movimiento Moderno continuó desarrollándose en Europa durante la segunda posguerra, impulsado por las tareas de reconstrucción. En el plano teórico, las aportaciones de la llamada arquitectura orgánica, una tendencia inspirada en la obra del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright, con Alvar Aalto y Arne Jacobsen como representantes destacados, se contraponían al llamado «Estilo Internacional» inspirado en la obra de Le Corbusier, que postulaba una ortodoxia «funcionalista» plasmada en la «Carta de Atenas» así como la pureza absoluta de la composición y los detalles, inspirada a su vez en la obra de Mies. Esto constituye una síntesis teórica del «Estilo Internacional», el cual tuvo muy amplia difusión en los Estados Unidos, Europa y Sudamérica.

El Movimiento Moderno entró en crisis a finales de los años 50 del siglo XX, cuando se formularon una serie de críticas muy severas a los excesos del «estilo Internacional» y al urbanismo derivado de la «Carta de Atenas». Un conjunto de tendencias que se reivindican a sí mismas como continuadoras del Movimiento Moderno, protagonizan la arquitectura desde los años 1960 hasta la actualidad.

 
Principales transformaciones de la arquitectura Moderna a Posmoderna

La reflexión parte de dividir la historia del siglo XX en dos, el gran suceso de la 'modernidad' y lo que se conoce como 'la posmodernidad'. Estos dos periodos, visiones o posturas sobre el mundo, se produjeron por una serie de transformaciones en el mundo industrializado, que posteriormente se reflejo en los países en vía de industrializarse.

La inestabilidad, producto de los continuos cambios en las estructuras de la sociedad, desde la estructura económica, en la política y en lo socio-cultural, son características de nuestra arquitectura local.

La transformación de la estructura cultural es uno de los sucesos de mayor trascendencia para la arquitectura contemporánea local

Sociedades culturalmente dependientes, como Latinoamérica, impulsadas por un desarrollo obligado de las grandes naciones industrializadas (finales del siglo XIX) y prácticamente dependientes de los dictámenes de estas culturas ‘superiores’, la eurocéntrica y norteamericana, conciben historias ocultas que definen su panorama ideológico incapaces de construir sus propias historias configuran uno de los retos más complejos: el equilibrio entre lo local y lo global

La crítica y calidad de la arquitectura vernácula latinoamericana entro en declive y la balanza entre la tradición e innovación cayó a favor de lo global.

Todas estas transformaciones supusieron también el cambio de las miradas de la realidad y el gusto estético.

El fin de la Segunda Guerra Mundial con sus funestas consecuencias, significo para el mundo contemporáneo, no solo el fin de una época, sino la construcción de un nuevo proyecto social en contra de ese modernismo actual que se había caracterizado por la simplificación de las formas, la ausencia de ornamento y la renuncia consciente a la composición académica clásica.

El lenguaje como conector estético principal de la nueva propuesta, permite la reelaboración de la realidad

Un lenguaje exageradamente expresivo se convierte en el campo de exploración de la realidad y en una guía de producción creativa, asumidas por las demás disciplinas para regir sus intereses de estudio.

Los paradigmas actuales de la época que modelan las tendencias estéticas consideran las historias locales y la masificación de los medios de comunicación, la conformación de nuevas conductas colectivas, la imagen como principal referente de comunicabilidad, la transformación del modo de habitar y usar los espacios públicos y los nuevos sentidos de belleza.
Estas transformaciones se pueden sintetizar principalmente en tres planteamientos:
De la estética funcionalista de la modernidad, a una estética subjetivista de la posmodernidad.

De una estética abstraccionista como recurso racional, por una estética figurativista que valora lo particular.

De una estética higienista como construcción homogénea y definitoria del orden, por una que valora el caos.

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